Todo lo que necesitas saber para elegir un buen lubricante.
Los lubricantes se están convirtiendo en un compañero cada vez más común durante las relaciones sexuales, favoreciendo un entorno más saludable y placentero durante el previo sexual y/o la penetración.
La sequedad puede abordar ciertas etapas de la vida de las mujeres, ya sea por el uso de anticonceptivos, la lactancia o la edad. Estas situaciones exponen una piel más frágil y vulnerable a lesiones cómo el enrojecimiento, picores, y en definitiva, dolor.
El uso de un correcto lubricante puede evitarlas desde el primer momento.
Usar lubricantes:
- Reduce las molestias durante las relaciones.
- Facilita la penetración.
- Disminuye el riesgo de rotura del preservativo.
- Hidrata la piel.
¿Sabías que existen más de 5 tipos de lubricante?
Podemos encontrar una amplia variedad de lubricantes, lo que hace importante elegir el adecuado: conocer su composición te ayudará a decidir cuál es el que tú necesitas.
Vamos a repasar cuales puedes encontrar en el mercado:
Lubricante de base de aceite:
Los lubricantes de base oleosa son muy versátiles y deslizantes, lo que les convierte en compañeros ideales durante los preliminares y para dar masajes. Se absorben lentamente y la lubricación que aportan suele durar bastante.
Un inconveniente que encontramos con estos lubricantes es que son incompatibles con los preservativos, pues aumentan su porosidad y riesgo de rotura. Además, al tratarse de una base más densa, pueden alterar la flora vaginal, produciendo irritación y molestias posteriormente.
Lubricantes de base de silicona o glicerina
Se tratan de productos formulados a base de polímeros lubricantes, por lo que los situaríamos entre los de base oleosa y los de base acuosa.
Son más densos y deslizantes, y al no absorberse ni evaporarse, se posicionan como los más duraderos. Además, se pueden usar con preservativos – siempre que no sean de silicona -.
Siendo una muy buena opción, cabe mencionar que, al ser más densos, exigen pasar luego por la ducha.
Lubricantes a base de agua
Nuestro TOP 1: son los más usados, seguros y recomendados. Podríamos considerarlos fundamentales para todo tipo de situaciones y cuerpos.
Al llevar una base acuosa son compatibles con todo tipo de pieles, y son perfectos para las relaciones cuando la piel está más sensible.
No alteran la calidad del esperma, por lo que son ideales si tu fin es buscar el embarazo; aceptan todos los preservativos sin alterar su integridad, no manchan y se eliminan de forma rápida.
Si cabe mencionar algún inconveniente, es que se evaporan rápidamente, por lo que, durante las relaciones, se deberá usar más de una vez, pero en cuestión de lubricantes, mejor que sobre que no que falte.
Hidratantes vaginales
Incluidos dentro de los lubricantes de base de agua, están pensados como humectantes vaginales: son usados y recomendados en situaciones más prologadas, cuando la lubricación natural de los tejidos se ve afectada por cambios hormonales asociados a tratamientos, el embarazo, ...
Son excelentes para el uso diario, pero también buenos compañeros en el ámbito sexual.
Lubricantes híbridos
No solo hay de base acuosa o base oleosa, también tenemos el punto medio, que toman lo mejor de cada casa.
Suelen estar formulados al 90% agua y 10% silicona, y con esto conseguimos lubricantes muy deslizantes y duraderos, pero además son muy fáciles de retirar, y muy versátiles, siendo aptos para pieles sensibles.
Lubricantes frio – calor
Los conocidos lubricantes 2 en 1 son los que completan nuestro catálogo.
Son lubricantes de base acuosa, y su curioso efecto se debe al mentol o la capsaicina, que estimulan terminaciones nerviosas y el flujo de sangre, consiguiendo efectos estimulantes en la propia relación.
El único contra que encontramos es que suelen llevar espermicida por la propia formulación, así que evítalos sin estáis buscando un bebé.
Consideraciones finales
Antes de usar cualquier lubricante es importante que sepas que no todas las pieles aceptan todos los lubricantes. Es importante, dado que su uso va a ser genital, que se prueben previamente en el muslo, en la llamada ‘prueba del muslo’: para ver si nuestra piel acepta sin desarrollar irritaciones ese lubricante, sobre todo cuando nos referimos a lubricantes de base oleosa o de silicona.
Y un último apunte a tener en cuenta es el pH: nuestros genitales, principalmente el de la vagina, es notablemente más ácido que el del resto de la piel. La alteración de este pH, de esta acidez, puede traer consigo problemas tales como irritaciones o cistitis. Lo más aconsejable es usar un lubricante que tenga un pH lo más similar al de la zona en la que lo vamos a usar.
Para cualquier duda , escríbenos un mensaje.
Jomon Adrao.
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